Las ecologistas que rociaron la «Mona Lisa» podrán pagar una «contribución ciudadana»
La justicia francesa propondrá a las dos activistas ecologistas que rociaron con sopa el cristal protector de la «Mona Lisa» en el museo del Louvre una alternativa a una acción judicial consistente en el pago de una «contribución ciudadana».
Las dos activistas, que permanecieron en custodia policial desde el domingo, comparecerán este lunes ante un delegado del fiscal, «con vistas a una contribución ciudadana», que es una alternativa al procesamiento, indicó a AFP la fiscalía de París.
El domingo, ambas mujeres rociaron con sopa de calabaza, que habrían escondido en un termo de café, esa obra maestra de Leonardo Da Vinci para defender «el derecho a una alimentación sana y sostenible» y denunciar un «sistema agrícola enfermo».
Un colectivo llamado Riposte alimentaire (Respuesta alimentaria), que dice liderar «una campaña de resistencia civil francesa destinada a provocar un cambio radical de la sociedad en materia climática y social», reivindicó la acción.
Las dos ecologistas fueron detenidas por violar las normas de entrada y permanencia en el museo, como el hecho de cruzar la zona de seguridad delante del cuadro, explicó la fiscalía. Este delito está penado con 1.500 euros (1.620 dólares) de multa.
El cuadro más famoso del mundo, también conocido como La Gioconda, «no sufrió ningún daño», dijo el domingo a AFP el museo parisino, avanzando que tenía previsto presentar una denuncia el lunes.
La «Mona Lisa», que se exhibe tras un cristal protector desde 2005, ya fue víctima de actos de vandalismo en varias ocasiones. En mayo de 2022, por ejemplo, fue blanco de un pastel de crema.
En los últimos meses, diversos activistas realizaron acciones contra obras de varios museos de todo el mundo.
En octubre de 2022, dos jóvenes con camisetas de «Just Stop Oil» rociaron sopa de tomate sobre los «Girasoles» de Van Gogh, también protegido por un cristal, en el museo National Gallery de Londres.